Si recientemente has comprado o construido un horno de leña, quizás te preguntes cómo prepararlo para cocinar deliciosas pizzas, panes y otros platos. El curado de un horno de leña es un proceso de calentamiento gradual del horno para eliminar la humedad y fortalecer la estructura. Esto evitará grietas, daños y un mal rendimiento de su horno. En esta publicación de blog, le mostraremos cómo curar un horno de leña en siete sencillos pasos.
¿Qué es curar y por qué es importante?
El curado es el proceso de secar el horno gradualmente durante varios días haciendo una serie de pequeños fuegos. Esto es importante porque:
- Elimina la humedad del horno, lo que puede causar presión de vapor y grietas cuando se calienta.
- Fortalece la estructura del horno al permitir que el mortero, los ladrillos y el aislamiento se unan y endurezcan.
- Mejora el rendimiento del horno creando una superficie de cocción suave y uniforme y mejorando la retención y distribución del calor.
¿Cuánto tiempo se tarda en curar un horno de leña?
El proceso de curado dura aproximadamente siete días, dependiendo del tamaño y tipo de horno. Cada día será necesario encender un pequeño fuego durante unas horas, aumentando la temperatura poco a poco. No debes apresurar el proceso de curado ni utilizar demasiada madera, ya que esto puede provocar un choque térmico y dañar tu horno.
¿Qué se necesita para curar un horno de leña?
Para curar un horno de leña, necesitará los siguientes elementos:
- Un termómetro para controlar la temperatura del horno
- Un encendedor o cerillas para iniciar el fuego
- FireStarters, cartón, papel u hojas secas para usar como yesca
- Leña o pequeños trozos de madera dura para usar como combustible
- Un rastrillo o pala de metal para mover el fuego
- Una puerta metálica para controlar el flujo de aire y el calor
Cómo curar un horno de leña: paso a paso
Estos son los pasos para curar un horno de leña:
- Espere a que el horno se seque naturalmente. Antes de comenzar el proceso de curado, debe esperar a que el horno se seque naturalmente durante al menos una semana después de la instalación o construcción. Esto permitirá que el horno se asiente y reducirá la cantidad de humedad en el interior.
- Comience con un fuego a baja temperatura. El primer día, debes comenzar con un fuego a baja temperatura de aproximadamente 100°C / 212°F. Para ello, coloca un encendedor o unas cerillas en el centro del suelo del horno y apila un poco de cartón, papel u hojas secas a su alrededor. Luego, añade un poco de leña o pequeños trozos de madera dura encima y enciende el fuego. Debes mantener el fuego pequeño y en el centro del horno, y utilizar la puerta para regular el flujo de aire y el humo. Se debe quemar el fuego durante unas cuatro horas, comprobando periódicamente la temperatura con un termómetro.
- Aumente la temperatura gradualmente. El segundo día, debes aumentar la temperatura a aproximadamente 150°C / 302°F y encender el fuego durante otras cuatro horas. Puedes utilizar el mismo método que el primer día, pero añadiendo más madera según sea necesario. También debes mover el fuego por el suelo del horno para calentar diferentes zonas. Al tercer día, se debe aumentar la temperatura a unos 200°C / 392°F y encender el fuego durante cuatro horas. Al cuarto día, se debe aumentar la temperatura a unos 250°C / 482°F y encender el fuego durante cuatro horas. El quinto día, se debe aumentar la temperatura a unos 300°C / 572°F y encender el fuego durante cuatro horas. El sexto día se debe aumentar la temperatura a unos 350°C / 662°F y encender el fuego durante cuatro horas. El séptimo día se debe aumentar la temperatura a unos 400°C / 752°F y encender el fuego durante cuatro horas.
- Deje que el horno se enfríe por completo. Después del último fuego, debes dejar que el horno se enfríe completamente antes de usarlo para cocinar. Esto puede tardar hasta 24 horas, dependiendo del tamaño y tipo de horno. No debes tocar el horno ni abrir la puerta mientras se está enfriando, ya que esto puede provocar grietas o un enfriamiento desigual.
- Inspeccione y repare cualquier grieta. Una vez que el horno esté frío, debe inspeccionarlo para detectar grietas o daños. Las pequeñas grietas finas son normales y no afectan el rendimiento del horno, pero las grietas más grandes deben repararse con un mortero o sellador adecuado. También debe revisar el aislamiento, la chimenea y la puerta para detectar cualquier problema y solucionarlos según sea necesario.
- Sellar y proteger el horno. Para proteger su horno de la humedad, el clima y las manchas, debe sellarlo con un producto adecuado, como una mezcla de concreto y agua, un sellador a base de silicato o una pintura. Debes seguir las instrucciones del fabricante y aplicar el sellador uniformemente sobre la superficie del horno. También debes cubrir el horno con una funda impermeable cuando no esté en uso, especialmente durante las temporadas de lluvia o nieve.
- Disfruta de tu horno de leña. ¡Felicitaciones, ha curado con éxito su horno de leña! Ahora puedes disfrutar cocinando deliciosos platos con tu horno, como pizzas, panes, asados y más. También debe mantener su horno con regularidad limpiándolo, revisándolo en busca de grietas y sellándolo nuevamente una vez al año.
Conclusión
Curar un horno de leña es un proceso simple pero esencial que garantizará la longevidad y el rendimiento de su horno. Si sigue estos siete pasos, podrá curar su horno de forma segura y eficaz, y prepararlo para cocinar comidas increíbles. Si tiene alguna pregunta o necesita ayuda para curar su horno, no dude en contactarnos o dejar un comentario a continuación. Esperamos que esta publicación de blog le haya resultado útil e informativa. ¡Feliz curación y feliz cocina!
Proceso de curado en horno de leña
Día | Temperatura |
1 | 100°C / 212°F |
2 | 150°C / 302°F |
3 | 200°C / 392°F |
4 | 250°C / 482°F |
5 | 300°C / 572°F |
6 | 350°C / 662°F |
7 | 400°C / 752°F |